Cuantas veces decimos que Linkedin es un escaparate. Muchas ¿verdad? Pero es un escaparate de talento. ¿Y cómo se demuestra ese talento? Podemos escribir mucho y bien en nuestro perfil, aportar documentación, pero necesitamos dar siempre un plus de calidad en búsqueda de la excelencia. Somos unos cracks, ¿no? Pues que nos lo confirmen con recomendaciones…
Tanto si estás ahora mismo en búsqueda de empleo como si estás dando una vuelta a tu perfil, deberías plantearte desempolvar tus contactos de anteriores trabajos y solicitar recomendaciones de aquellos puestos que no tengas. ¿O acaso no lucirá nuestro perfil con testimonios reales de nuestro buen desempeño? Porque somos buenos, ¿verdad?
¿Porqué son importantes las recomendaciones en un perfil en Linkedin?
Pensemos un poco y asimilemos el tema a cualquier elección que hacemos por ejemplo, en temas de ocio. Pongamos el caso de una reserva de hotel, de un viaje, de un restaurante, etc… ¿Cuántas veces hemos valorado positivamente testimonios de usuarios recomendando este o aquel hotel, restaurante o destino? Ahora apliquemos el mismo razonamiento a nuestra trayectoria profesional en Linkedin. Podemos indicar que hemos desempeñado tal o cuál puesto, describiendo detalladamente las tareas desempeñadas, pero seguirá faltando la guinda del pastel: una o varias recomendaciones.
Tal vez sea por nuestra mentalidad más bien latina, pero como en el caso de las presentaciones, no damos la importancia que una recomendación tiene para nuestra trayectoria profesional. Esto es mucho menos discutible en el mundo anglosajón, sin embargo.
Y es que las recomendaciones son testimonios VERDADEROS de anteriores compañeros, superiores o subordinados que están diciendo que fuimos los mejores compañeros, subordinados o superiores que tuvieron en esa trayectoria. ¿Realmente pensáis que no merece la pena luchar por esos testimonios para lucir nuestro perfil?
Cómo se gestiona una recomendación:
Para solicitar una recomendación debemos irnos a la opción de configuración en la parte superior izquierda de nuestro menú. Debemos salir de sesión y volver a ingresar. Dentro de las opciones de Configuración, escogemos la opción Perfil y vamos a «Gestionar tus recomendaciones».
Ahí ya podremos pedir o enviar recomendaciones, teniendo que ir eligiendo los siguientes desplegables:
IMPORTANTE: aunque sea de sentido común, no viene de más recalcarlo. Si nos recomiendan, no nos debería costar mucho devolver el favor a esa persona, ¿verdad?
Recomendaciones vs Validaciones:
Otra cuestión que surge muchas veces en los cursos o asesoramientos que imparto es la validez de las validaciones de aptitudes que nos brinda Linkedin. Llegados a este punto podríamos poner una equivalencia de 1 a 10. Y es que prefiero 1 recomendación a 10 validaciones, cuando menos…
Y es que el valor de una recomendación es indudable ya que es un testimonio de gente que ha trabajado con nosotros y ha valorado en primera persona nuestro desempeño. Las validaciones por el contrario muestran unas aproximaciones de otros usuarios de Linkedin que son contactos nuestros pero en la mayoría de los casos no conocen directamente nuestro desempeño. Es más, en muchos casos hasta proponer validar aptitudes ciertamente prescindibles.
En nuestra mano está mejorar nuestro perfil, hacerlo más atractivo para los headhunters, por ejemplo (pongámonos en su lugar y pensemos si valoraríamos más recomendaciones o validaciones…). Por lo tanto, si no tenemos esas recomendaciones luchemos por ellas, son oro molido en nuestro background. ¿O preferimos la bisutería de las validaciones?
Gracias por estar ahí. Seguimos conectados 😉