Tal vez en un futuro próximo haya este tipo de preguntas en una consulta médica, quién sabe… Sin llegar a necesitar el apoyo de un médico, si es cierto que a muchas personas les embarga la sensación de soledad dentro de una red social como Linkedin, a pesar de tener un perfil creado y contactado con otros profesionales. ¿A qué se debe esta sensación? ¿cómo corregir esa tendencia?
A veces la sensación de soledad se apodera de un profesional que está en Linkedin, lo mismo que se apodera de un transeunte en medio de una calle concurrida de gente. Pero, ¿acaso no se trata de un profesional con un perfil bien creado? ¿no ha hecho contactos interesantes a través de sucesivas invitaciones?. Seguramente sea así, pero la sensación de no saber explotar o acceder a todas las posibilidades que le ofrece tener nuevos contactos haga acrecentar esa sensación de soledad, de no ser nadie. Pero, ¿realmente hay que pensar eso?.
La respuesta es qué no, claro que no. Parémonos a pensar un momento. Partimos de la base de que hemos hecho contactos a través de Linkedin. Lo que debemos darnos cuenta es que no solo son contactos a través de una red social más, se trata de una puerta abierta a posibles gestiones profesionales futuras. En ese caso, ¿porqué no tirar del hilo y seguir explorando ese mínimo interés que ha habido en esas personas para ser nuestros contactos?
Pongamos el símil de un viaje de unas horas en tren, avión, etc… teniendo a un perfecto desconocido como compañero de trayecto. Imaginemos por un segundo, que las circunstancias hacen que terminemos el viaje charlando amigablemente y hasta nos intercambiemos teléfonos, tarjetas, etc… En ese caso, ¿dudaríamos en contactar nuevamente con esta persona para profundizar en cuestiones interesantes que comentamos durante el viaje? ¿por qué no aplicamos lo mismo con las invitaciones que nos aceptan en LinkedIn?
Es verdad que pueden surgir dudas del tipo ¿qué le digo? ¿cómo me dirijo a esta persona? ¿cuál es el medio más efectivo para obtener una respuesta?. De nuevo, pensad en el compañero de viaje…
A la primera pregunta, la respuesta hay que tenerla clara. Se trata de hacer atractivo lo que contemos, tanto si se trata de nuestras aptitudes para un posible empleo como de las virtudes de los productos de nuestra empresa. Si este paso no lo tienes claro, dedícale tiempo antes de seguir leyendo…
A las cuestiones de cómo y a través de qué medio proseguir la interacción tenemos varias alternativas:
- Teléfono de contacto: en la información del contacto, en muchas ocasiones figura uno o varios teléfonos de contacto. Si es así, puede ser una forma de contactar, evidentemente. Sin embargo,corremos el riesgo de ser demasiado directos o fríos usando esta vía como primera opción.
- E-mail de contacto: en esta ocasión, siempre va a figurarnos un e-mail de contacto en la información que vamos a tener de ese usuario. Sucede, sin embargo, que en muchas ocasiones ese mail es una dirección genérica, no un correo corporativo, con lo que una comunicación a través de esa vía corremos el riesgo de que se pierda en el limbo de los justos…
- Mensaje: sin duda, es la mejor alternativa. Esta es una opción que se nos habilita al aceptar una invitación o ser aceptados por otros contactos. Pasamos de tener a esa persona en segundo grado a ser un contacto de primer grado, posibilitándonos la opción de enviarle un mensaje directo. Este mensaje en realidad es como un e-mail, ya que podemos escribir sin límites de carácteres e incluso adjuntar archivos (con un límite de 2 MB). De esta forma, la información le llegará directamente a nuestro receptor de forma inmediata, no a un mail que puede que no lea frecuentemente, y de una forma educada y sin tanta frialdad como una llamada.
Como véis, hay trabajo por delante, tanto como cuestiones interesantes a contar a nuestros contactos, ¿empezamos?