3 pasos para convertir invitaciones sin personalizar en oportunidades en Linkedin

Decía el poeta francés Alfred de Vigny «Nunca he encontrado a una persona de la que no tuviera nada que aprender». Si el señor de Vigny viviera en nuestra era y estuviera en Linkedin, ¿cúal creéis que sería su modus operandi?

Y es que aplicando esa norma y esa amplitud de miras que ya nos sugería en su época Vigny, seguramente sacaremos más rentabilidad a nuestra gestión en Linkedin. Cierto es que mucha de nuestra gestión en Linkedin puede parecer estéril cuando no paramos de recibir invitaciones sin siquiera personalizar. ¿Desmoralizante? Al contrario, ilusionante. Y es que seguro que de Vigny sacaría petróleo de tales circunstancias. Una muestra de cómo actuaría podría ser la siguiente…

1.- Recibimiento:

entre gestión y gestión, recibimos un aviso de una nueva invitación a contactar por Linkedin. Si como en la mayoría de los casos está sin personalizar, no es prioritario. Estamos con otras gestiones más prioritarias, como llamar a un cliente, enviar una propuesta económica a otro, redactar este post… ¿realmente crees que puedo sacar tiempo para entrar en tu perfil, ver quién eres e intentar imaginar el motivo de tu interés en contactar conmigo? Tal vez en otro momento menos apurado…

2.-Reflexión:

pero todo en esta vida llega. Y has conseguido que encuentre ese momento para estudiar tu invitación. Tal vez hayan pasado unos días, semanas, meses incluso…¿imaginas que habría ese lapso de tiempo con un mensaje personalizado en la invitación? Ah,bueno, es verdad, no vamos a ahondar en la herida… Sigamos con el análisis de la invitación no personalizada. Pues una vez sacado ese hueco para estudiar tu petición (no del mensaje en si mismo, está claro…) entramos en el perfil del susodicho y hacemos una reflexión de si nos puede interesar para buscar sinergias, para generar negocio…

En este segundo punto llegamos a la disyuntiva que se plantea en este cruce de Linkedin: ¿aceptamos o ignoramos?

3.- Reacción:

vamos a suponer que somos positivos y vemos opciones de sinergias con ese usuario. Decidimos aceptarlo o al menos, indagar esas opciones de sinergias. ¿Cómo lo vamos a hacer? Os propongo dos alternativas:

Réplica: puede parecer un tanto brusca pero debidamente utilizada lleva al otro usuario a plantearse si su invitación fue el sueño de una noche de verano o, por el contrario, realmente tenía intención al contactarnos.

Mensaje: en este caso, ya hemos aceptado la invitación y por lo tanto es un mensaje directo a ese nuevo contacto. Un consejo: elaborad bien ese mensaje buscando ese interés (que seguro existió en un momento, aunque fuera mínimo, os lo puedo asegurar). Sin daros cuenta estaréis usando vuestra faceta comercial tirando del hilo de dicho interés. ¿O acaso no conocíais vuestro lado más comercial? Explorádlo, seguro que lo tenéis 🙂

Evidentemente no me llamo Andrés, pero sí os puedo asegurar que por algún interés me han contactado muchos usuarios. Y lo más importante, he investigado y encontrado en muchas ocasiones cuál era ese interés y qué sinergias podíamos establecer. ¿Os animáis a tirar del sedal de vuestras invitaciones sin personalizar?

Gracias por estar ahí, seguimos conectados 🙂

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