Bichitos, mascotas, entretenimientos… el calificativo da igual. La cuestión es que esos inventos denominados Tamagotchis obligaban a sus «dueños» a estar permanentemente atentos a su evolución. Si tenían hambre, sed, lloraban, dormían… la cuestión era mantener la atención de sus usuarios. LinkedIn también tiene sus propios tamagotchis. ¿Quieres uno? pues crea un grupo y «disfrutarás» todos sus placeres.
Para empezar, ¿sabéis que todos los profesionales de LinkedIn pueden crear un grupo? Pues sí, así es. Y además es súper sencillo. Esto no va a ser lo que nos convierta en adiestradores de Tamagotchis precisamente. Los pasos son así de sencillos:
1.- Entramos en «Productos» y seleccionamos la opción «Grupos»
A continuación entramos en la opción «Mis grupos» (suponiendo que pertenezcáis a alguno ya…)
Ahí ya vemos en la parte derecha la opción «Crear un grupo»
Al entrar tendremos que rellenar los datos siguientes de la plantilla:
- Vista previa
- Título del grupo
- Logotipo
- Descripción
- Reglas del grupo (recomendable ponerlas)
- Tipo de grupo (estándar o no publicado)
Sencillito y rápido, ¿verdad?
Bueno, hasta aquí sería el nacimiento del bicho, llamémosle así. Ahora viene lo divertido y lo que hay que valorar si efectivamente nos interesa para hacer el esfuerzo.
Dotarlo de contenido
Evidentemente un grupo de la temática que sea debemos dotarlo de contenido específico (se presupone que previamente habremos hecho los deberes y habremos pensado temáticas a comentar y de donde nos vamos a nutrir de ellas). Para esa dotación pueden sernos de ayuda los lectores de RSS, de los que ya hablamos en ocasiones. Un buen ejemplo sería Feedly. (https://feedly.com/)
Ah, y por supuesto, el tamagochi quiere comer desde el primer día con lo que hay que tener contenido preparado desde que creemos el grupo. Sobre todo, teniendo en cuenta que al principio el grupo seremos nosotros, nuestra sombra y nadie más. Poco a poco iremos consiguiendo gente que se una pero habrá que atraerlas con algo…
Dotarlo de miembros
Podría ser el primer paso antes de dotarlo de contenido, pero entraríamos en un debate tipo quién fue primero si el huevo o la gallina. La cuestión es que tenemos que tener público a quién contarles lo bueno que se van a encontrar en nuestro grupo.
Una opción bastante interesante para conseguir los primeros adeptos es ir comentándolo con nuestra red de contactos. Se supone que ya tenemos «confianza» para contarles una nueva opción profesional.
Lo podemos hacer directamente desde el propio Grupo o bien, usar nuestro buzón de mensajes con un mensaje personalizado, por ejemplo.
Mantenimiento periódico
No pensemos que teniendo ya un público que forme parte de nuestro grupo y dotándolo de contenido periódico ya hemos terminado con la gestión de nuestro tamagotchi particular. Nada más lejos de la realidad.
Y es que debemos de estar pendientes de publicaciones que se vayan haciendo (por parte de otros miembros), moderando su contenido, permitiendo la admisión de nuevos miembros (si lo tenemos configurado con previa admisión), etc…
Esto es una pequeña muestra de lo entretenido que puede ser tener un grupo en LinkedIn y gestionarlo. El esfuerzo seguramente merezca la pena pero no me negaréis que no os vendrá más de una vez a la cabeza esas creaciones llamadas tamagotchis. A propósito, os voy dejando, que mi tamagotchi particular está llorando. ¿Qué le pasará ahora?